A partir de las primeras tareas en grupo que realiza la clase, deben incorporarse paulatinamente formas de trabajo grupal cada vez más complejas que lleven poco a poco a la formación de verdaderos equipos de trabajo.
En las tareas grupales hay una parcial transferencia del papel dirigente que cumple el maestro, hacia los alumnos; para ello, deberá ponerse en juego el sentido de responsabilidad, a través de una alternancia de papeles como ejecutante, ayudante y cuidador, tratando que los liderazgos sean distributivos de acuerdo con la capacidad todos los alumnos, quienes deben preservar la seguridad de sus compañeros.
Uno de los problemas que debe manejar cuidadosamente el maestro es el de la conformación y permanencia de grupos fijos; es recomendable que los grupos no permanezcan invariables durante periodos largos.
Otro aspecto importante en la dirección de las tareas grupales, es el del liderazgo; la variación de tareas y actividades debe permitir que exista una rotación en la conducción o responsabilidad de conducción de cada grupo. Hay alumnos que tienen mejores condiciones para la conducción, pero no siempre aquellos que aparecen inicialmente más decididos o influyentes son los más responsables; todos deben tener opciones de conducir al grupo. Pero éste es también un proceso que el maestro debe manejar cuidadosamente a fin de no provocar frustraciones al asignar una responsabilidad determinada a alumnos que todavía no pueden cumplirla; debe evitar dar relevancia siempre a los mismos alumnos o grupos que se destaquen, puesto que la capacidad individual y grupal no se mide sólo por el resultado final, sino por el aprovechamiento dentro del proceso de trabajo desarrollado de acuerdo a sus posibilidades.
En el trabajo grupal, se brindan oportunidades de interacción y relación entre los varones y las mujeres, por lo cual, en la conformación de grupos debe tenerse muy en cuenta este factor.
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